¿Te gusta visitar iglesias cuando vas de viaje? En este artículo te mostramos algunas de las iglesias más famosas y representativas de San Sebastián. Visitar estas construcciones es una buena forma de conocer la historia de una ciudad. Al fin y al cabo, los estilos arquitectónicos son el reflejo de las diferentes épocas de la historia de la humanidad. El románico, el gótico, el barroco… Y Donosti cuenta con edificios de diferentes épocas artísticas.
Las iglesias más antiguas se ubican en la Parte Vieja donostiarra, como la Basílica de Santa María del Coro o Iglesia de San Vicente. Son las dos construcciones que están en el interior de lo que antiguamente era la ciudad amurallada. En el centro de la ciudad encontramos la Catedral de San Sebastián, actualmente la más importante desde el punto de vista administrativo ya que acoge la Diócesis de San Sebastián. En el barrio de Gros destaca la Iglesia de San Ignacio. Y en el barrio del Antiguo (junto a la playa de Ondarreta), está la iglesia de la Antigua, que anteriormente ocupó los terrenos del actual Palacio de Miramar.
Desde el Hotel Monte Ulia te invitamos a que nos acompañes en esta excursión para conocer las iglesias de San Sebastián. A través de ellas podrás conocer más de cerca la historia de nuestra ciudad.
Dirección: C/ 31 de Agosto, 46. (Parte Vieja)
Estilo artístico: Barroco
Periodo: Siglo XVIII
La Basílica de Santa María del Coro se ubica en la Parte Vieja de San Sebastián, al fondo de la Calle Mayor y junto a la ladera del Monte Urgull. Esta iglesia de estilo Barroco es uno de los edificios más característicos de San Sebastián, sobre todo gracias a su impresionante fachada, de estilo churrigueresco, presidida en lo alto por una escultura de San Sebastián mártir, en homenaje al santo que da nombre a la ciudad.
La Basílica de Santa María se levanta en el lugar que anteriormente ocupó una iglesia románica del Siglo XII, mandada construir por los Reyes de Navarra. Posteriormente, entre los años 1522 y 1560 el templo se amplió siguiendo el estilo gótico y renacentista por orden de los Austrias.
El año 1688 una explosión ocurrida en un depósito de pólvora cercano dejó profundamente dañada la iglesia. Su reconstrucción se realizó entre los años 1743 y 1774, siendo el diseño final el que podemos contemplar en la actualidad.
La Basílica de Santa María del Coro resistió intacta el asedio e incendio de la ciudad de 1813 por parte de las tropas hispano-portuguesas. Esto se debe a que la calle 31 de agosto fue la única que se libró de la quema al ser el refugio y vivienda de las tropas francesas. El ejército atacante, por deferencia, decidió respetar este lugar.
La Basílica de Santa María del coro es de estilo barroco y cuenta con elementos churriguerescos y neoclásicos, además de un bonito pórtico de estilo plateresco.
En el interior la basílica cuenta con elementos de gran valor artístico e histórico. Por ejemplo, el retablo mayor dedicado a la Virgen del Coro, obra de Diego de Villanueva y Francisco Azurmendi. O una pintura del Santo Sebastián, creada por Luis Boccia en el año 1819. También es destacable el órgano romántico Cavaillé-Coll de 1863. De una época más actual es una escultura en forma de cruz del donostiarra Eduardo Chillida.
La Basílica de Santa María del Coro es una construcción que no pasa desapercibida en la ciudad. Al entrar en la Calle Mayor de la Parte Vieja se aprecia, imponente, desde lo lejos. Tiene el honor de estar en la calle más antigua de San Sebastián, la Calle 31 de Agosto, un lugar de gran valor simbólico para los donostiarras.
Dirección: Calle Narrika 26 (Parte Vieja)
Estilo: Gótico tardío
Período: XV-XVI
La Iglesia de San Vicente se ubica en la Parte Vieja de San Sebastián, en la confluencia de las Calles 31 de Agosto y Calle Narrika. Este edificio religioso es de estilo gótico tardío y se edifica sobre una iglesia de época anterior cuya estructura fue devorada por las llamas.
La Iglesia de San Vicente, tal y como la conocemos hoy, se construyó entre los siglos XV y XVI, siendo los arquitectos Miguel de Santa Celay y Juan de Urrutia los encargados del proyecto.
Posteriores al diseño inicial de la Iglesia de San Vicente fueron el pórtico de estilo barroco (1619), la sacristía (1666) y la escalera del coro, construida en 1784. El ilustre ciudadano donostiarra Duque de Mandas también puso su grano de arena en la evolución de la iglesia, contribuyendo en la apertura de cuatro rosetones en una de las fachadas (1923)
Teniendo en cuenta las fechas de construcción se podría decir que la iglesia de San Vicente es la más antigua de San Sebastián. Si bien es cierto que la Basílica de Santa María ya estaba en el siglo XII, al sufrir ésta varias remodelaciones hasta el siglo XVII hacen que San Vicente sea el edificio religioso de más antigüedad en Donosti.
Durante muchos años la Basílica fue la iglesia de mayor rango en la ciudad, siendo la Iglesia de San Vicente un templo dependiente de ella. Ambas iglesias se encuentran muy cerca, a tan solo 200 metros una de la otra siguiendo la calle 31 de agosto.
Para muchos expertos en arte religioso, el verdadero valor de la Iglesia San Vicente se encuentra en su interior. Destaca el retablo mayor de San Vicente (1586), obra de Ambrosio de Bengoechea y considerado como uno de los mejores retablos del romanismo. También el retablo de las Ánimas, obra de Felipe de Arizmendi. Así como varios pasos de Semana Santa: Ecce Homo, la Dolorosa (en el Baptisterio) el Descendimiento y el Cristo Yacente.
Otro de los elementos destacables de la Iglesia de San Vicente son sus coloridas vidrieras, que se pueden contemplar a las mil maravillas desde la Plaza Zuloaga de la Parte Vieja. Son obra del artista francés Maumejean.
De más reciente creación es la escultura en aluminio de Jorge Oteiza “Piedad” (1998), instalada en una de las fachadas laterales de la Iglesia de San Vicente de San Sebastián.
La Catedral del Buen Pastor se ubica en pleno centro de la ciudad y es el edificio religioso más grande de Donosti. Ocupa una superficie de más de 1900 metros cuadrados y tiene capacidad para 4.000 personas. Es de estilo neogótico y se construyó a finales del siglo XIX, entre los años 1888 y 1897.
La iglesia es obra del arquitecto guipuzcoano Manuel Echave, que se inspiró en el diseño de las catedrales Alemanas para su construcción, especialmente en la de Colonia. Destaca su gran verticalidad, que atrae la mirada de toda persona que pasee por los alrededores. De hecho, la Catedral de San Sebastián fue durante muchos años el edificio más alto de la ciudad con 75 metros de torre, siendo visible desde muchas zonas lejanas de la ciudad. Es sin duda, uno de los referentes arquitectónicos de San Sebastián.
Por fuera, destacan los muchos elementos que decoran sus fachadas: vidrieras, gárgolas, pináculos… Como muchos otros edificios de la época, la piedra es de arenisca y procede de las canteras del Monte Igueldo. En el interior de la Catedral de San Sebastián destaca por encima del resto de elementos el órgano. Construido en 1954, tiene 5 teclados y 9535 tubos. Durante un tiempo ostentó el honor de ser el órgano más grande de Europa.
La Catedral del Buen Pastor se rodea de un entorno espectacular, con la plaza que lleva el mismo nombre, el Centro Cultural Koldo Mitxelena y el edificio de Correos. Bellos edificios que custodian a la Catedral por la zona sur. Este edificio es el corazón del ensanche de San Sebastián, llevado a cabo a partir del año 1969 con el derribo de las murallas.
La Catedral del Buen Pastor se construyó precisamente con ese fin, para dar servicio a los miles de donostiarras que comenzaban a vivir en el centro, Amara Viejo, Sancho el Sabio…La ciudad se expandía y las iglesias de la Parte Vieja se quedaban pequeñas y lejanas para acoger a estos nuevos vecinos.
Los reyes de España de la época acudieron al acto de colocación de la primera y también a la inauguración de la catedral. Por aquellos años era muy habitual la presencia de la corte española en San Sebastián debido a que veraneaban en nuestra ciudad.
Hasta mediados del siglo XX las iglesias de Gipuzkoa pertenecían a la diócesis de Vitoria, pero al constituirse la diócesis de San Sebastián la Iglesia del Buen Pastor pasó a tener la categoría de Catedral. Hoy en día es también la sede la diócesis de Donosti.
La Iglesia de San Ignacio se levanta en el corazón del barrio de Gros, junto a la Plaza de Cataluña. Se inauguró en 1897 y es de estilo neogótico, muy de moda en aquellos años. La iglesia fue obra del prestigioso arquitecto donostiarra José Goicoa, autor de numerosos edificios en la ciudad de San Sebastián.
La Iglesia de San Ignacio tardó 5 años en construirse (1982-1897). Y lo hizo de forma incompleta. Al no disponer de presupuesto suficiente para la instalación de la torre, no fue hasta el año 1929 cuando el edificio se terminó en su totalidad. 30 años después, el coste de la torre fue mayor que el de la construcción de la iglesia.
La familia Gros, que da nombre a este extenso barrio de Donostia, colaboró de forma decisiva en la construcción de esta iglesia, en un primer lugar cediendo gratuitamente los terrenos para su edificación, y donando después la piedra para su construcción. Un legado del ilustre Duque de Mandas permitió acometer la obra de la torre para dar por finalizada la construcción de la iglesia.
La Iglesia de San ignacio se edificó para abarcar los nuevos barrios de San Sebastián que iban surgiendo como consecuencia del ensanche de la ciudad. Hasta 1869 la ciudad se reducía a la Parte Vieja y a unas pocas villas desperdigadas por las afueras.
Estos nuevos barrios eran los de Gros, Atocha, Egia, Loyola, Ametzagaina, Ulia… Los fieles de estos barrios ya tenían un nuevo y amplio tempo donde acudir. La Iglesia de San Ignacio cuenta con una superficie de 1200 metros cuadrados y capacidad para 1900 personas.
Al igual que sucedió con otras iglesias y construcciones de la ciudad, la corte real española, encabezada por la Reina María Cristina, acudió a los actos de colocación de la primera piedra. Su presencia en San Sebastián era muy habitual al elegir nuestra ciudad como destino de veraneo.
En el interior del templo destaca una colección de mosaicos, obra del Maumejean, cuya temática son escenas de la vida de San Ignacio de Loyola. También es reseñable una imagen del Sagrado corazón en el altar principal. La Iglesia acoge los sepulcros del Duque de Mandas, y los enterramientos de los marqueses de Murua y los condes de Láriz.
El órgano de la Iglesia de San Ignacio también es digno de mención, ya que data del año 1914 y consta de 28 juegos. Se encuentra en un magnífico estado de conservación y es de la prestigiosa marca alemana Walcker.
La Parroquia de la Antigua se encuentra en el Barrio del Antiguo de San Sebastián. Antaño también era conocida como la Iglesia de San Sebastián el Antiguo, y los historiadores creen que el barrio se llama de esta manera debido al nombre de la Iglesia.
La Parroquia se encuentra exactamente al comienzo de la Calle Matía y muy cerca de la Playa de Ondarreta, frente a la Plaza de Alfonso XIII. También tiene muy cerca el famoso Palacio de Miramar, uno de los edificios más emblemáticos de Donosti.
Y precisamente con el Palacio de Miramar tiene un vínculo muy estrecho esta pequeña parroquia, que la convierte en un destino turístico más que interesante. La razón es que antiguamente esta iglesia se ubicaba en los terrenos que hoy ocupa el Palacio de Miramar y sus bellos jardines. Remontémonos unos siglos en la historia de San Sebastián para conocer su origen…
Los primeros indicios de la existencia de esta parroquia datan de los siglos XI y XII. En su origen fue un monasterio, que con el paso de los años se convirtió en parroquia para dar servicio y acoger a los habitantes de la zona. Cabe destacar que el barrio de el Antiguo era el único núcleo urbano existente fuera de las murallas de San Sebastián. De ahí la importancia de este tempo para los vecinos de esta área habitada por agricultores y pescadores.
A finales del siglo XIX se proyectó la construcción del Palacio de Miramar como residencia de veraneo de la realeza española, encabezada por la Reina Maria Cristina. Sus visitas a la ciudad eran cada vez más frecuentes y el séquito de personas que los acompañaban aumentaba, por lo que el Ayuntamiento de Donostia vio le necesidad de construir un lugar donde la familia real se encontrara como en casa y en un lugar privilegiado de San Sebastián. Los cierto es que no pudieron elegir un lugar mejor.
La construcción del Palacio Miramar, sin embargo, implicaba el traslado de la Parroquia de El Antiguo a otro lugar. La reina María Cristina se mostró muy sensible a este aspecto y en un principio fue reacia a la destrucción de la iglesia, aunque finalmente todos se pusieran de acuerdo en su traslado.
El destino elegido para la Parroquia del Antiguo fue su actual ubicación la Calle Matía. La iglesia es fiel a su diseño inicial, ya que su re-construcción se realizó piedra a piedra utilizando materiales del edificio original.
Si vas a dar un paseo por el Palacio de Miramar merece la pena desviarse un momento a la Calle Matía y disfrutar por unos minutos de este pequeño pedazo de la historia de San Sebastián.
[…] Si te gustas visitar iglesias, en San Sebastián tienes unas cuantas para conocerlas por fuera y por dentro. Es una buena forma de acercarte a la historia de una ciudad, ya que las iglesias y los estilos artísticos con los que fueron construidas son el reflejo de la época en la que se edificaron.En este atículo de nuestro blog de te hablamos de las Iglesias más famosas de San Sebastián. […]